Reina Roja

A veces empiezas varios libros y después de casi cien páginas no te enganchas. Cuando eso pasa piensas, ¿y si el próximo libro tampoco me gusta? En ese momento decides empezar a leer uno de los últimos bestseller. Pero entonces, caes en la cuenta de las veces en las que esos libros han generado expectativas que luego no se han visto cumplidas. Y al final empiezas un nuevo libro y eliges Reina Roja.

Antes de nada, me gustaría aclarar que a veces quieres leer para disfrutar de una obra maestra, pero otras quieres leer para disfrutar del hecho de meterte en una historia y pasar un buen rato. Reina Roja es para esta segunda opción.

También tengo que confesar que, cuando leo un libro, normalmente no suelo leer el argumento, por lo que cuando comencé a leerlo me di cuenta que era un thriller. No soy capaz de recordar la última vez que leí algo de este género, pero empecé… y no lo pude dejar en los dos días que he tardado en leerlo.

Los personajes principales que ha creado el autor no pueden estar mejor elegidos para la novela. Antonia Scott no es policía, es una chica con una capacidad intelectual superior a la media, pero no es perfecta, tiene una triste historia, así como problemas y debilidades. Jon Gutiérrez es un policía vasco, no es el estereotipo de héroe (aunque no está gordo), es un hombre en un mal momento de su vida. Jon me ha encantado. Quizás, lo más importante que ha conseguido el autor es que a lo largo del libro vas conociendo a los dos protagonistas, como se complementan entre ellos y como sus particularidades contribuyen a hacer una historia más completa. El resto de los personajes en cambio… flojos, por no decir muy flojos, casi tanto que no soy capaz de describirlos, en este sentido se echa de menos que el autor construya un poco más el trasfondo de la historia, pero claro, no todo puede ser perfecto.

El libro se desarrolla en Madrid, este hecho hace que muchos de los lectores que conocen la ciudad puedan recrear los escenarios, el McDonald de la Gran Vía, la calle Montera, las calles de Lavapiés, y las ganas que te dan de recorrerlos otra vez.

No me gustaría terminar esta reseña sin mencionar como la pluma dinámica del autor consigue una lectura rápida y ágil. No es que es que no me guste disfrutar de una lectura pausada en según qué géneros, pero en este tipo de novelas agradezco que en la historia “pasen cosas”, es decir, que la trama gire, que te sorprenda. Y este objetivo lo ha cumplido Reina Roja.

Solo me queda desearos que disfrutéis de la lectura del libro tanto como yo